Versión: Bienvenido Rojas
SANTO DOMINGO. Hoy cuando estamos en la última hoja del calendario del 2007 y de las brisas del "huracán" Mitchell sólo quedan los comentarios, las culpas y la negación de los damnificados, un resumen de los dominicanos en las Grandes Ligas los coloca en un sitial preferencial.
De unos 300 jugadores latinos que accionaron en las Mayores, los dominicanos fueron clase aparte.
Alex Rodríguez, hijo de padres dominicanos (Lourdes Navarro y Víctor Rodríguez) fue el mejor jugador en el aspecto ofensivo y además logró el más grande contrato para jugador alguno con los Yanquis de New York.
Rodríguez, después de un año anterior para el olvido, volvió a ser el portentoso bateador que amenaza con romper todas las marcas a las que se apunte.
Ganador del premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana puso unos números de ensueño, con .312 de promedio y 54 películas de vuelta completa para dejar sus números al final en 518 jonrones, siendo el más joven de la historia en llegar a 500 jonrones, hecho ha puesto a los estadígrafos a especular en torno a cuándo —si sigue a este ritmo— llegará Rodríguez a la marca de 800 jonrones, una cantidad viable a largo plazo.
¿Y que decir de Carlos Peña?
En el invierno su bate estaba dormido con los Tigres del Licey, pero hizo explosión con 46 con Tampa Bay seguido por David Ortiz con 35.
De los primeros 10 mejores bateadores de la Liga Nacional los dominicanos Plácido Polanco (.341) , David Ortiz (.332), y Vladimir Guerrero (.324) estaban en el reducido círculo.
En el renglón de pitcheo, el "indio" Fausto Carmona (19-8 y 3,06) fue una de las figuras más importantes en materia de pitcheo al igual que el poeta Miguel Batista (16-11 y 4.29), con los Marineros de Seattle.
En la Liga Nacional el bate más alto entre los dominicanos correspondió al paracorto Hanley Ramírez, de los Marlins de Florida, que en su segundo año, luego de ganar el Novato del Año, cerró con un respetable .332.
Entre los mejores del viejo circuito estuvieron el príncipe Albert Pujols con .327 y Aramis Ramírez con .310.
Un trío de respeto fueron Alfonso Soriano (33-70 y .299), Albert Pujols (32-103 y 327) y Aramis Ramírez (26-102 y .326).
Hanley Ramírez (29- 81 y .332) fue la bujía ofensiva de su equipo y se convirtió junto a su compatriota José Reyes, de de los Mets de Nueva York, como los mejores paracortos del negocio.
Si giramos al campo del pitcheo y entramos al cuerpo de bombero de Arizona, José Valverde, con las Diamantinas, fue un verdadero caballo al rescatar 47 juegos.
Y como si esto fuera poco, con los espumosos Francisco Cordero, fue el segundo mejor con 44 rescates.
Voto de reconocimiento para Manny Acta que realizó un trabajo formidable como mánager de los Nacionales de Washington.
Acta tuvo un récord de 73-89 con una de las franquicias de menor presupuesto de las Mayores y eso le valió la ratificación.
De unos 300 jugadores latinos que accionaron en las Mayores, los dominicanos fueron clase aparte.
Alex Rodríguez, hijo de padres dominicanos (Lourdes Navarro y Víctor Rodríguez) fue el mejor jugador en el aspecto ofensivo y además logró el más grande contrato para jugador alguno con los Yanquis de New York.
Rodríguez, después de un año anterior para el olvido, volvió a ser el portentoso bateador que amenaza con romper todas las marcas a las que se apunte.
Ganador del premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana puso unos números de ensueño, con .312 de promedio y 54 películas de vuelta completa para dejar sus números al final en 518 jonrones, siendo el más joven de la historia en llegar a 500 jonrones, hecho ha puesto a los estadígrafos a especular en torno a cuándo —si sigue a este ritmo— llegará Rodríguez a la marca de 800 jonrones, una cantidad viable a largo plazo.
¿Y que decir de Carlos Peña?
En el invierno su bate estaba dormido con los Tigres del Licey, pero hizo explosión con 46 con Tampa Bay seguido por David Ortiz con 35.
De los primeros 10 mejores bateadores de la Liga Nacional los dominicanos Plácido Polanco (.341) , David Ortiz (.332), y Vladimir Guerrero (.324) estaban en el reducido círculo.
En el renglón de pitcheo, el "indio" Fausto Carmona (19-8 y 3,06) fue una de las figuras más importantes en materia de pitcheo al igual que el poeta Miguel Batista (16-11 y 4.29), con los Marineros de Seattle.
En la Liga Nacional el bate más alto entre los dominicanos correspondió al paracorto Hanley Ramírez, de los Marlins de Florida, que en su segundo año, luego de ganar el Novato del Año, cerró con un respetable .332.
Entre los mejores del viejo circuito estuvieron el príncipe Albert Pujols con .327 y Aramis Ramírez con .310.
Un trío de respeto fueron Alfonso Soriano (33-70 y .299), Albert Pujols (32-103 y 327) y Aramis Ramírez (26-102 y .326).
Hanley Ramírez (29- 81 y .332) fue la bujía ofensiva de su equipo y se convirtió junto a su compatriota José Reyes, de de los Mets de Nueva York, como los mejores paracortos del negocio.
Si giramos al campo del pitcheo y entramos al cuerpo de bombero de Arizona, José Valverde, con las Diamantinas, fue un verdadero caballo al rescatar 47 juegos.
Y como si esto fuera poco, con los espumosos Francisco Cordero, fue el segundo mejor con 44 rescates.
Voto de reconocimiento para Manny Acta que realizó un trabajo formidable como mánager de los Nacionales de Washington.
Acta tuvo un récord de 73-89 con una de las franquicias de menor presupuesto de las Mayores y eso le valió la ratificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario